La capacidad de reconocer patrones y adaptarse a la complejidad es esencial en la gestión. Actualmente, enfrentamos un cambio evolutivo masivo en el mundo empresarial, donde algunas empresas desaparecen mientras emergen otras.
Este cambio evolutivo se asemeja a la evolución biológica, con ciclos de inicio, diversificación, extinción y repetición. La supervivencia no depende solo del tamaño de la empresa, sino de su capacidad para adaptarse a los cambios.
En las últimas décadas, hemos presenciado una extinción masiva de empresas. Desde el año 2000, el 52% de las empresas Fortune 500 han sido adquiridas, fusionadas o han quebrado. Se estima que el 40% de las empresas existentes cerrarán en la próxima década.
Para sobrevivir en esta era de transformación, las organizaciones deben reinventar la forma en que operan. Deben crear procesos innovadores, escalar más rápido y construir ventajas competitivas para prosperar en la nueva estabilidad.
La transformación digital se encuentra en el centro de este cambio y se basa en cuatro factores tecnológicos clave:
La transformación digital se basa en la sinergia de estas tecnologías, permitiendo a las empresas adaptarse, innovar y prosperar en una era de cambios constantes.
Las empresas que no logren aprovechar cada nueva generación de tecnología dejarán de ser competitivas.
La transformación digital no se trata solo de adoptar nuevas tecnologías, sino de reinventar la forma en que una empresa opera. Hay dos olas principales de la transformación digital:
El impacto de ambas olas se centró en la digitalización, mejorando la eficiencia pero sin cambiar fundamentalmente la forma de operar. La transformación digital es un proceso más profundo, como cambiar de una oruga a una mariposa, reinventando procesos y modelos de negocio.
"La digitalización se trata de usar herramientas digitales para hacer más eficiente la forma de trabajar actual, sin cambiarla de manera radical ni adoptar nuevas reglas por completo.”
El éxito en la transformación digital requiere que las empresas cambien su enfoque y estén dispuestas a asumir riesgos. Es un cambio de paradigma que implica crear una cultura de innovación y adaptación.
Las empresas deben monitorear las tendencias actuales, experimentar y adaptarse continuamente. La implementación de una agenda de transformación digital implica la creación y operación de aplicaciones de IA e IoT en toda la organización.
La nube elástica, el big data, la IA y el IoT convergen para desbloquear un valor empresarial significativo. Las empresas deben ser ágiles y preparadas para el futuro.
La transformación digital permite a las organizaciones operar en tiempo real y tomar decisiones basadas en datos. Los datos generados por IoT, cuando se analizan con IA, mejoran la toma de decisiones y los procesos empresariales.
El valor de una red es proporcional al número de miembros, lo que significa que la IoT cambiará la forma en que los productos se diferencian en el mercado.
La vida útil de las corporaciones está disminuyendo, y las empresas que no se adaptan a la transformación digital están en riesgo. Aunque la amenaza de extinción es grande y la necesidad de tomar medidas es urgente. La transformación debe ser impulsada desde arriba, con el CEO liderando el cambio.
Se deben identificar casos de alto valor y priorizar su transformación. La clave es capturar valor empresarial lo antes posible.
Las empresas que se transformen digitalmente operarán en un nivel completamente diferente al de sus competidores rezagados.
La transformación digital debe ir acompañada de una cultura que fomente la innovación y la asunción de riesgos. Esta cultura es esencial para el éxito en la era digital.
En resumen, la transformación digital es vital para la supervivencia de las empresas en una era de cambios masivos. Aquellas que abracen este cambio y se adapten prosperarán, mientras que las que se queden atrás enfrentarán la extinción. La clave es liderar el cambio desde arriba, adoptar una mentalidad ágil y abrazar la innovación.
En Binnacle,colaboramos con nuestros clientes en la transformación digital de sus procesos, logrando beneficios inmediatos. Este proceso es una iteración continua en la cual nos adaptamos a los procesos existentes, migrando gradualmente hacia un ecosistema digital que potencia la eficiencia y la innovación.